Art21Studio

      Proyecto realizado en estrecha colaboración con el artista Eduardo Quiñones, quien inicialmente nos proporciona un boceto sencillo, realizado a mano alzada con lápiz sobre una hoja de papel. Este boceto sirve como punto de partida para el proceso creativo y técnico desarrollado en Art21Studio. A partir del dibujo original, el equipo de especialistas genera un modelo tridimensional (3D) digital, en el cual se corrigen posibles imprecisiones y se optimizan las proporciones, asegurando un resultado fiel a la intención artística del autor.

       Este modelo 3D se somete a un proceso de renderizado, creando imágenes realistas que permiten visualizar anticipadamente el aspecto final de la obra. Dichos renders son revisados y validados personalmente por Eduardo Quiñones, quien aprueba el diseño y confirma las dimensiones ajustadas según sus requerimientos específicos, estableciendo una altura final de 90 cm para la pieza.

       Con el modelo aprobado y las medidas definidas, se determina la ruta técnica más adecuada para materializar el boceto en una forma física. Se opta por utilizar madera MDF como material principal, debido a su facilidad de manipulación, estabilidad dimensional y calidad en los acabados, lo que permite obtener una representación precisa y profesional de la geometría diseñada.

       Para la fabricación de los diferentes elementos que conforman la figura, se recurre a tecnología avanzada de corte mediante router CNC, lo que garantiza precisión y uniformidad en cada pieza. En esta etapa, es fundamental la elaboración cuidadosa de los archivos digitales que guiarán el proceso de corte, asegurando la correcta interpretación de las formas y detalles definidos en el modelo tridimensional.

       Una vez realizados todos los cortes, se procede al ensamblaje meticuloso de las piezas, utilizando técnicas especializadas para asegurar la estabilidad estructural y la alineación perfecta de los elementos. Posteriormente, se aplica una capa de pasta automotiva sobre toda la superficie, con el objetivo de afinar detalles, suavizar transiciones y perfeccionar las formas geométricas. Este proceso de acabado es esencial para elevar el nivel de calidad estética y preparar la pieza para su etapa final. Finalmente, se aplica un fondo acrílico primario, que sella y homogeneiza la superficie, dejando la obra lista para recibir los acabados definitivos o intervenciones pictóricas adicionales, según lo que requiera el artista. De esta manera, se logra traducir un boceto manual en una escultura contemporánea de alta calidad, respetando la visión creativa de Eduardo Quiñones y cumpliendo con los estándares profesionales de producción artística.