Art21Studio

        El reconocido artista conceptual mexicano Eduardo Quiñones estableció contacto con el equipo de Art21Studio para proponer una colaboración en una de sus obras. El proyecto tenía como objetivo la integración de tres elementos fundamentales: en primer lugar, una talla en madera policromada de retablo que representa el “Sagrado Corazón de Jesús”, pieza de alto valor histórico y artístico; en segundo lugar, el rostro del propio artista, y como tercer componente, la inclusión de un texto que reza “Narcissus Maximus”, el cual añade una dimensión conceptual y simbólica a la composición.

       Considerando la antigüedad y fragilidad de la talla en madera, se descartó de inmediato la posibilidad de emplear técnicas tradicionales de moldeado, ya que estas implicaban riesgos significativos de daño irreversible a la obra original. En respuesta a este desafío, se optó por la digitalización tridimensional (escaneo 3D) de la talla, garantizando así la preservación de cada detalle sin comprometer la integridad física de la pieza. Paralelamente, se realizó un escaneo 3D completo de la cabeza de Eduardo Quiñones, capturando fielmente sus rasgos y expresiones para su posterior integración al conjunto escultórico.

       En la fase de postproducción digital, se emplearon avanzados softwares de modelado como ZBrush y Rhino para fusionar las dos mallas tridimensionales obtenidas de los escaneos. Este proceso implicó no solo la unión técnica de los archivos, sino también una labor meticulosa de remodelado y edición de detalles, perfeccionando la armonía visual y conceptual de la nueva figura resultante. Se prestó especial atención a la adaptación de proporciones, texturas y transiciones entre los elementos, asegurando un resultado cohesivo y estéticamente relevante.

      Concluida la etapa de retoque digital, se procedió a la materialización física del modelo mediante impresión 3D, obteniendo una pieza de aproximadamente 50 cm de altura. Sobre esta impresión, el equipo de Art21Studio llevó a cabo una serie de intervenciones adicionales: se integró el texto “Narcissus Maximus” en el canto frontal de la base, reforzando así el mensaje conceptual de la obra; además, se modificó la posición de la mano para optimizar la composición gestual y visual. Posteriormente, se suavizaron las formas y se aplicó una capa de fondo primario, procedimiento esencial para la preparación de la pieza antes del proceso de moldeado.

       Finalmente, se elaboró un molde utilizando materiales de alta tecnología como la fibra de vidrio y el silicón, lo que permitió capturar con precisión todos los detalles y texturas del modelo. La pieza definitiva fue realizada en un material polimérico denominado “cast marble”, seleccionado estratégicamente para simular la apariencia y el acabado de una talla en mármol, dotando a la escultura de un carácter monumental y sofisticado. Este enfoque técnico y conceptual no solo garantizó la conservación de la obra original, sino que también permitió a Eduardo Quiñones materializar su visión artística mediante una sinergia innovadora entre tradición y tecnología contemporánea.